Muy cerca de los espectaculares Acantilados de Los Gigantes se alza el campo de golf más joven de la isla, Abama Golf, diseñado por el prestigioso Dave Thomas. En él podemos encontrar más de 300 especies de plantas subtropicales, incluyendo más de 20.000 palmeras. Casi todos los hoyos tienen vistas espectaculares de la isla de La Gomera y el Océano Atlántico. Lo más característico de éste recorrido son sus 22 lagos repartidos a lo largo del campo, así como una multitud de bunkers de arena blanca, que lo convierten en un verdadero reto hasta para los jugadores más experimentados. La vegetación y el entorno de las calles están cuidados al detalle, y tiene un magnífico mantenimiento.
En cuanto al recorrido, las calles tienen bastante ondulación y muchos hoyos tienen un gran desnivel, lo que hace que muchas veces no veamos bien el objetivo, lo que hará que tengamos que tomar referencias visuales para apuntar, a veces incluso aunque estemos en el centro de la calle. Como ya comentamos el campo tiene muchos obstáculos de agua y bunkers, por lo que la estrategia y el cálculo de distancias es fundamental para evitarlos.
La climatología en la zona es bastante benévola, y casi todo el año brilla el sol, la temperatura supera los 20 grados y la presencia del viento es simbólica, así que al menos eso no dificultará un recorrido ya de por si bastante complicado.
Si las calles nos parecen complicadas, los greens ya son tema aparte. Prepárense para vivir una auténtica montaña rusa de caídas (alguno casi literalmente). Éstas ondulaciones hacen que haya que ser muy preciso en los golpes a green para dejarnos opciones de embocar el putt, y en muchos casos un tiro lejano a bandera será casi irremediablemente sinónimo de tres putts, así que hay que tener mucha paciencia y leer muy bien las caídas, e intentar estar siempre en el lado correcto del green para no inflar nuestra tarjeta.
En definitiva, un campo muy sinuoso y complicado, que requiere de mucho análisis y estrategia en los golpes, con un entorno muy bonito y ciudado al detalle, donde quedará a juuicio de cada jugador si merece la pena o no pagar el alto coste del green fee.
¿Quién disfrutará más en Abama Golf?
Jugadores que disfruten con campos muy estratégicos, con greens muy movidos, de grandes ondulaciones y difíciles de leer.
