Situado junto al mar en el sur de Tenerife, muy cerca del Aeropuerto del Sur, Amarilla Golf es uno de los campos más difíciles de la isla, especialmente por el fuerte viento reinante prácticamente todo el año. Situado entre barrancos y con varios bloques de apartamentos turísticos muy cerca de algunos hoyos, prácticamente todas las calles están rodeadas de obstáculos de agua o fuera de límites.
La vegetación que flanquea las calles, en su mayoría palmeras, no estorban demasiado en el recorrido, pero tampoco ayudarán a frenar la bola en caso de dar un golpe desviado, así que perder la calle es sinónimo en la mayoría de los casos de doble bogey o peor, ya que son muy pocos los hoyos que transcurran en paralelo, por lo que a los lados siempre encontraremos obstáculos.
Un factor fundamental a tener en cuenta como ya dijimos es el viento, que casi todo el año sopla del nordeste y supera los 20 kms/h, lo cual sumado a lo comentado anteriormente convierten a Amarilla en un verdadero test de rectitud para nuestro juego en condiciones climatológicas adversas. Cabe destacar que el magnífico diseño de Donald Steel hace que si cambia la dirección del viento habitual (del nordeste) el campo mantiene su dificultad, ya que algunos hoyos se volverán más favorables, pero otros que resultaban más sencillos serán más complicados, así que con cualquier direccion del viento que nos encontremos, el campo mantiene la misma complejidad.
Tanto en los pares 5 jugados de forma algo conservadora debido a los numerosos obstáculos que presentan como en los pares 3 es donde encontraremos las mejores oportunidades de bajar nuestra tarjeta. Mención especial merece el espectacular hoyo 8, uno de los más bonitos de la isla, y es que no es muy habitual tener que sobrevolar el mar para alcanzar un green.
Los greens en general no son muy difíciles de leer, pero no se les puede considerar fáciles, ya que la mayoría tienen bastante ondulación, por lo que la caída depende mucho de la fuerza con la que tiremos el putt. Además están muy bien protegidos tanto por bunkers como por depresiones del terreno, así que aunque se haya conseguido alcanzar la calle aun queda mucho trabajo para situarnos cerca del hoyo y darnos una oportunidad de embocar.
En resumen, un campo bastante complicado, que si sopla mucho el viento (que suele ocurrir bastante a menudo) puede llegar a convertirse en un auténtico suplicio, en el que ir muy recto tiene que ser un factor fundamental de nuestro juego si se quiere disfrutar, aunque también es un campo noble, así que el buen juego tendrá premio y nos dejará una sensación de lo más placentera y con ganas de repetir.
¿Quién disfrutará más en Amarilla Golf?
Jugadores muy rectos, con trayectoria de vuelo baja, buena pegada y que disfruten con la dificultad.
☛ Consejo: Debido al fuerte viento reinante en la zona es conveniente mirar la previsión antes de reservar. Pueden hacerlo en ésta página.
